Con el imperativo
se asocia en general que alguien ordena algo.
ejemplos
¡Siéntate!
¡Hazlo!
¡Déjalo!
Sin embargo se utiliza el imperativo casi siempre
en un contexto que no tiene nada que ver con una
órden.
ejemplos
¡Haz lo que no puedes dejar de hacer!
¡Hazlo si quieres!
Es obvio que en estas frases no se ordena nada,
todo lo contrario, se dice a alguien que haga lo
que quiere hacer de todas maneras. Aparte de esto
hay casos como éste.
ejemplo
¡Comamos!
Este caso es un poco raro, porque en el fondo no
se da una orden a la primera persona del plural sino
a los otros, al grupo al cual se pertenece en ese
momento.
El imperativo no existe para todas las personas,
esto es obvio. Solamente se puede dar una orden
a alguién que está presente. Tampoco uno puede darse
una orden a sí mismo. Lo que es posible,
como acabamos de ver, es dar una orden al
grupo al cual se pertenece. Por lo tanto son posibles
estas formas.
ejemplo
segunda del singular: ¡Vete!
primera del plural: ¡Vámonos!
tercera del singular, forma de cortesia:
¡Váyase!
segunda del plural: ¡Idos!